8 de enero de 2009

día 114 de la depresión: toda crisis es política

En última instancia, el problema es político.

Sí, existe algún nivel de "simulus" que levanta a la economía americana. Como existía un nivel de ajuste que corregía nuestro problema de competitividad sin una devaluación: si los salarios públicos y privados bajaban 40%, volvíamos al pleno empleo. (De hecho, cuando bajaron 40% -por la deva- empezamos a salir).

Pero cuando condiciones extremas dictan soluciones extremas, la política no se las traga. Murphy se tuvo que ir. Cavallo duró poco con el ajuste de 13% -- y eso que afectaba a los salarios públicos, y ni siquiera a todos ellos, y es posible que ni siquiera esa número fuera suficiente. El centro político de una nación rechaza un ajustazo. Sólo lo podían tragar, y con cara de asco, los soldados fieles, los Baylac, a duras penas los Kily Colombo.

Pero el centro político de una nación también rechazará el déficit de 8% del PBI que, en el worst-case scenario, asegura al menos mantener el nivel de empleo en Estados Unidos. La lógica política es parecida a la de nuestra crisis, aun cuando entonces la solución no devaluatoria era el ajuste y aquí el desajuste. Primero pensás que necesitás un déficit de 3% (los 770bn son un 5%, pero repartidos en dos años). Cuando ese 3% no funciona, decís que se necesita más, pero el segundo tiro ya es más difícil que el primero. "Nos dijeron que un déficit de 3% alcanzaba" es parecido a "Nos dijeron que con el impuestazo alcanzaba".

Si la política no puede dar con la solución -todavía está por verse, quizás funciona la bala de plata de Obamanomics, quizás no-, ¿ocurre sola? En nuestro caso ocurrió. La solución por las malas, la línea de menor resistencia política, fue la devaluación. ¿Cuál es en America? La deflación no corrige directamente el problema del empleo. No hay motivo para que los precios no bajen tanto como los salarios, con lo cual el incentivo a retomar empleados no mejora. (En una economía más abierta, si lo hay, porque los precios dependen más de los precios mundiales). La depreciación del dólar algo ayudaría, pero no es como acá. Estados Unidos no puede devaluarle tan fácilmente al resto del mundo sin que el resto del mundo reaccione, y además una devaluación del dólar reduce un poco los precios mundiales medidos en otras monedas, porque cae la demanda norteamericana de productos extranjeros.

Finalmente, el problema es global, y el mundo es una economía cerrada. No podemos devaluar contra Marte o Venus. ¿Puede la economía colapsar en una espiral deflacionaria? No del todo: en algún punto, la deflación hace que el "hoy" sea más barato que el "mañana". Como no podemos devaluarnos contra Marte, nos devaluamos contra el 2015. La caída de precios puede hacer que decidamos consumir un poco más en Tierra/2009 porque será un poco más barato que en Tierra/2015. Todo esto suponiendo que la deflación de hoy no haga que, en nuestra percepción, también caigan los precios esperados para Tierra/2015.

Sería un poco complicado este ajuste de mercado. Esperemos que funcione el primer estímulo Obamista. Esto es tipo cuando vienen los marcianos en la Guerra de los Mundos: recemos.

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